Ir al contenido principal

Destacados

Signos de una mujer saludable

Hay señales o signos que nos ayudan a saber si nuestro cuerpo está sano. La salud es un estado de equilibrio donde el cuerpo funciona correctamente en todas sus áreas. A veces las personas especialmente las mujeres creen que están sanos porque no tienen síntomas de una enfermedad puntual. Pero hay señales o signos que nos ayudan a saber si nuestro cuerpo está sano. Los signos de que el cuerpo de una mujer está sana son: -tener buen humor y animo al comenzar el día -tener energía para realizar las actividades diarias -tener el ciclo menstrual en forma regular -dormir bien durante toda la noche -el color de la orina es claro – evacuar heces todos los días -si las uñas están fuertes y con aspecto rosado -se tiene deseo sexual -se tiene un peso adecuado en forma estable Es importante saber que todos los ítem anteriores deben cumplirse no solo algunos para poder estar sanos. Sentirse sano es tener ganas de hacer cosas y de enfrentar los desafíos diari

Síndrome de Maripili vs. síndrome de Manolo. El conflicto se mantiene (1ª parte)

Artículo de Manuel Díaz Prieto en LA VANGUARDIA el 10/7/2005
Tras mi artículo “Liderazgo de la mujer vs. Sindrome de Mari Pili” en el que hablábamos de cómo el sindrome de Mari Pili afecta a las mujeres de forma inconsciente, hoy te traigo este fantástico artículo de Manuel Díaz Prieto “Manolo frente a Mari Pili”, en el que recoge cómo ‘Carmen García Ribas, Directora del Master en Liderazgo Femenino de la Universitat Pompeu Fabra’ explica que la carga cultural no afecta inconscientemente sólo a las mujeres sino también a los hombres, y cómo la actuación de unos afecta a de los otros inevitablemente. Autor: Marta Morón*

‘Yo quería un hombre-hombre. Lo conseguí: no me ha respetado nunca’.
Carmen García Ribas repite la frase de una mujer que acudió a su curso sobre Habilidades de Comunicación para Mujeres Profesionales. Y la repite porque ilustra el peso de los estereotipos de género en los que están atrapados hombres y mujeres y que acaban teniendo efectos perversos en su vida profesional. Y en la privada.

Es el miedo lo que impele a unas y otros a buscar refugio seguro en esos estereotipos y a comportarse de una forma que la profesora García Ribas ha definido como el sindrome Manolo y el sindrome de Mari Pili.


Ellos, los manolos, han de hacer frente sobre todo al miedo a no ser. Un temor que suele traducirse en agresividad o prepotencia. Mientras que ellas, las maripilis, han de lidiar con el miedo a ser, cuya traslación a la vida cotidiana toma forma de sumisión. ‘A mayor sumisión de unas, más agresividad de los otros. De forma que en la actualidad se produce la paradoja de que muchas mujeres que, a diferencia del pasado, podrían ser independientes, siguen soportando las agresiones, psicológicas o físicas, de su pareja’.

En la evolución humana, la sumisión femenina fue un mecanismo de supervivencia. Hasta mediados del siglo pasado se encontraban manuales de educación sentimental que abordaban explícitamente esta sumisión de una forma estratégica: de la elección de tu marido, venían a decir, depende el resto de tu vida, así que no puedes ser frívola al elegir.

Pero cuando, poco después, las mujeres comenzaron a lograr la equiparación de derechos, al menos sobre el papel, parecía que tendría que cambiar todo. Entonces, ¿por qué ahora, cuando la sumisión ya no es necesaria para sobrevivir, siguen recurriendo a ella? ‘Porque vivimos inmersas en el sindrome de Mari Pili, y la sumisión ya no es una estrategia, sino un rasgo identitario. Con el agravante de que estas actitudes alimentan a sus contrarias, pues no hacen más que reforzar la prepotencia masculina. De forma que hoy, en vez de ser más independientes, lo que somos es mejores esclavas’.

Profesora de la Escuela Superior de Comercio Internacional de la Universitat Pompeu Fabra (ESCI-UPF), Carmen García Ribas constató que en el mundo laboral, a la hora de gestionar el miedo, los hombres se ven empujados a buscar modelos agresivos y prepotentes mientras que el temor de las mujeres a ser rechazadas las convierte en sumisas. ‘De ahí que las mujeres profesionales se vean frenadas por el temor a consumirse sin amor en la soledad del frío trono de la excelencia profesional.

Tienen miedo al éxito, aunque no lo reconozcan. Y a la hora de comunicar, ritualizan la sumisión: ‘A lo mejor digo una tontería’ o ‘no sé si sabré explicarme’. Un ejemplo: Amparo Moraleda, presidenta de IBM España y Portugal, confesó al ser nombrada: ‘Cuando me promocionaron a mi puesto actual me pregunté si sería capaz de hacerlo. Ninguno de mis compañeros directivos habría tenido tantas dudas’.

‘Y es que ellas quieren gustar, mientras que ellos se vuelcan en ganar – resume García Ribas–. Sin embargo, las mujeres siguen situando al hombre como hilo conductor de sus vidas. Todos los logros de las mujeres no son nada sin la luz del hombre, lo que arropado por el término feminidad constituyen los factores determinantes de la autolimitación. En la actualidad, las mujeres se forman para ser mejor producto, no para ser comprador. Aumentan su calidad, desean crear valor, pero para optar al mejor postor, no para ganar autonomía’.

Las mujeres son mucho más permeables a las emociones que los hombres, y ellas tienen más miedo que ellos a no ser queridas, a la desaprobación. Ese temor comporta no sólo una dificultad a la hora de establecer estrategias, sino que, además, cuando esa mujer recibe un mensaje de desaprobación, por muy sutil que sea, se bloquea y entonces se convierte en una mujer fácilmente manipulable, explica García Ribas. ‘La mujer profesional,’ añade la experta, ‘debe sustituir su modelo mental del lamento por el de la negociación’.

Por eso, cuando las mujeres destacan, reciben el castigo de la singularidad. ‘El modelo actual les dice que pueden ser lo que quieran, pero no es así. A las que tienen éxito en el ámbito profesional, es la familia la que les lanza mensajes de marginación. ¿Qué pasa entonces? Pues que la mayoría opta por permanecer en una franja intermedia, por no destacar en exceso, porque la singularidad da miedo y cuando se destaca se reciben agresiones’.

(La próxima semana, última parte sobre Sindrome de Mari Pili y de Manolo, de Manuel Díaz Prieto)

* Sobre la directora de MujerLider:
Marta Morón, directora de ‘MujerLider – Coaching para Mujeres con Responsabilidades Profesionales’ y http://www.mujerlider.es, te ayuda para que te conviertas en una Mujer (u hombre) Líder de tu vida. Si quieres emprender; llevar tu negocio al siguiente nivel; redefinir tu plan de carrera; fortalecer tu liderazgo y tu gestión de personal; mejorar tu gestión del tiempo y tu conciliación; incrementar tu productividad y tus resultados; buscar salidas a tu situación de tránsito profesional; reforzar tu toma de decisiones; y mejorar tu comunicación; suscríbete a su Boletín valorado en 97 euros anuales.

Es tuyo GRATIS si te inscribes en www.martamoron.com. Sin spam y privacidad garantizada. Además, sólo por suscribirte tendrás de REGALO acceso al vídeo “Autoestima para tu Liderazgo”, y a solicitar tu “Sesión Estratégica Gratuita”, que te ayudará a conocer donde te encuentras profesionalmente, y cómo avanzar hacia donde quieres llegar. Todos los meses Marta regala entre sus suscriptoras(es) 7 sesiones gratuitas.
Mujeres ÚNICAS en la REVISTA

Entradas populares