"Estableciendo ciertos límites en la forma de vestirte, sabrás siempre que tus ropas te ofrecen una cobertura apropiada. Mientras más piel muestres, menos formal estarás. En consecuencia, si quieres mantener un aspecto estricto de negocios, procura cubrir tu cuerpo".
• Bolsos
Los bolsos también deberán estar en sintonía con tu vestimenta.
Preferentemente, opta siempre por la calidad y no te olvides del mantenimiento. Si tu guardarropa laboral consta de un puñado de colores, un bolso en color neutral se adaptará a la gran mayoría. ¿Llevas gran cantidad de papeles de casa al trabajo y del trabajo a casa? Usa un maletín o un bolsón de negocios para llevarlos y, asimismo, guarda una pequeña cartera en su interior. Nunca lleves dos bolsos —a menos que quieras lucir como un botones de hotel—.
• Calcetería
Las medias son una obligación en muchos negocios formales en todo el mundo, y sirven para darte un tono sobrio y formal.
Opta por medias color piel —o negras transparentes si estás usando colores oscuros— para el uso diario. Deja las medias muy opacas, las coloridas, y las que tienen dibujos para los fines de semana —salvo que trabajes en una industria creativa, como la de la moda—. No usar medias está de moda en la actualidad, aunque es demasiado informal para hacerlo en el trabajo.
Siempre que quieras un toque de formalidad, usa medias.
• Zapatos
Los zapatos de punta cerrada son formales y ofrecen protección en el ámbito del trabajo. Por su parte, los zapatos abiertos son más casuales y divertidos. Mientras que los primeros pueden acoplarse a varios rubros laborales, los segundos son más limitados en cuanto a tu practicidad —seguridad, condiciones climáticas, etcétera—. Opta por lo que creas más sensato para cada situación.
A menudo, los accesorios son considerados como “la frutilla del pastel” a la hora de vestirte, pero en realidad, tienen la capacidad de enaltecer o quebrar definitivamente tu look. Por eso, el ABC de la vestimenta laboral, en este caso, se extiende a los accesorios: procura que sean apropiados para tu tipo o rubro de trabajo, marca límites claros entre lo que debes usar y lo que no y sé consistente con ellos para establecer el tono de tu look de negocios. Una receta simple para el éxito...
LO QUE LA ROPA DICE DE TI
Nos guste o no, es inevitable andar mirando a otras personas cuando estamos en sitios o eventos densamente concurridos.
Jóvenes, viejos, ricos, pobres, flacos, gordos; las multitudes siempre ofrecen la posibilidad de entretenimiento. Y también ofrecen algo más... Dentro de un ámbito poblado de cuerpos, y de ropas que visten estos cuerpos, puedes reconocer a los líderes, a las personas inseguras, a los bien educados, y a tantos otros.
¿Cómo ocurre esto? A través de la observación de la vestimenta.
Es casi espeluznante. Una vez que consigues ver la conexión entre la ropa y el individuo que la lleva, puedes comenzar a leer a las personas cual libros. A partir de ese momento, ya no tendrás que guiarte por lo que te digan, que a menudo puede ser falso, sino que podrás comenzar a hacerte de información desde una fuente novedosa, confiable, y no verbal. ¿Qué es lo que podemos inferir de una persona según su apariencia?
Apariencia pulcra
Dado que la mayoría de los chicos no son pulcros y ordenados por naturaleza, una apariencia pulcra y ordenada es, con frecuencia, el resultado de años de entrenamiento en manos de padres severos —o años de usar uniforme en la escuela o en el ejército—. O, podría tratarse de un deseo poderoso de ser la antítesis de unos padres descuidados. Cualquiera sea la razón, la apariencia pulcra apunta a una disciplina fuera de lo común que suele traducirse en una ética fuertemente ejercitada y en un hábito de conclusión de lo iniciado.
Atuendo descuidado
Cuando las ropas son demasiado grandes, demasiado pequeñas, están hechas harapos o no han conocido lo que es una plancha, estamos ante un claro indicador de que el usuario carece de disciplina y que no se interesa en los detalles. Puede ser el resultado de haber crecido en un ambiente en donde la vestimenta adecuada no era una prioridad, o puede tratarse de una rebelión contra una crianza severa y estructurada. A menudo, un atuendo descuidado viene acompañado de un ámbito laboral desordenado, un auto sucio, y una casa descuidada. Sin embargo, muchos de estos individuos suelen ser excesivamente meticulosos y exitosos en una o dos áreas, superando ampliamente el promedio del resto de las personas.
A la moda, pero sin sentido común
Siempre que veas a alguien vestido a la moda más allá del sentido común, como usar pantalones cortos en lo más crudo del invierno o sandalias en la nieve, estarás ante una persona insegura, cuyo único objetivo es seguir ciegamente una tendencia para llamar la atención, sentirse importante, y elevar su autoestima.
Por eso, suele darse mucho en los adolescentes, que creen que todos están pendientes de lo que llevan puesto.
No caben dudas de que las personas te juzgarán por lo que vean, y por eso es importante lucir bien. No obstante, cuando sigues una moda ciegamente, sin detenerte a pensar en las distintas ramificaciones y en las implicancias, te catalogas a ti misma como una ingenua.
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