La llegada de la primavera es el momento ideal para tener tu cabello saludable. Probá estos tips y aprendé como cuidar el pelo. // Fuente: Everyday me
Entre el frío, los cambios abruptos de temperatura, la humedad y la lluvia, ¡el invierno no es sinónimo de buenas noticias para el pelo! Con esto en mente, devolvele a tu pelo su esplendor y vitalidad.
Eliminá las toxinas del invierno
La clave acá es masajearte el cuero cabelludo. Esto ayuda a impulsar la circulación de sangre y, en consecuencia, a oxigenar las fibras del pelo.
¿Cómo?
Con el pelo mojado:
Masajeate suavemente el cuero cabelludo con las yemas de los dedos mientras te ponés el champú y aplicá una leve presión en la sien, la línea de las cejas y el contorno de las orejas.
Con el pelo seco:
Ponete las manos en la cabeza, una arriba de la otra, y aplicá una presión firme a medida que las deslizás hacia arriba, como si estuvieras intentando agarrar el cuero cabelludo. Hacelo dos veces por semana.
Andá desde la nuca hasta la coronilla y repetí durante uno a dos minutos.
Para lograr un mayor efecto, si el tiempo te lo permite, ponete una toalla húmeda caliente en la cabeza antes de empezar para dilatar los vasos sanguíneos.
Simplemente mojá la toalla, escurrila y ponela en el microondas por 30 segundos.
Estimulá el crecimiento
Al igual que el otoño, la primavera es un momento en el que perdemos más pelo de lo habitual, y no hay nada que podamos hacer al respecto: es un tema fisiológico, ¡y va a pasar cada vez que empiece una estación! Pero no te asustes. Podés impulsar el crecimiento del cabello para mantenerlo tan grueso y abundante como estaba antes.
¿Cómo?
Asegurate de adaptar tu dieta para que sea nutritiva para el pelo:
Zinc y magnesio para aumentar los niveles de queratina. Por ejemplo: mariscos, lentejas, pan integral, cacao, almendras, etc.
Hierro para aumentar el flujo de oxígeno a las raíces. Por ejemplo: perejil, morcilla, hígado de ternera, espinaca, etc.
Proteínas para fortalecer al pelo. Por ejemplo: lenguado, atún, queso, jamón cocido, pollo, carne de res, yema de huevo, etc.
Vitaminas del grupo B para el buen crecimiento del cabello. Por ejemplo, hongos, cereales, etc.
Para que los resultados sean aún mejores, podés probar también un suplemento alimenticio “anticaída del cabello” y aplicarte ampollas de Aminexil en las raíces después de lavarte el pelo para fortalecerlo.
Tal vez no lo sepas, pero el ron también tiene propiedades de fortalecimiento. Agregale dos cucharadas de ron a tu baño de crema cuando quieras un crecimiento más fuerte.
No te olvides de los cuidados preventivos
El pelo es una sustancia que necesita ser preservada y existen varios productos y herramientas que pueden protegerlo y evitar que se debilite. ¡Tu pelo te lo va a agradecer!
¿Cómo?
Puede parecer obvio, pero empezá lavándote el pelo en intervalos adecuados. Lavártelo todos los días estimula las glándulas sebáceas, lo que hace que el cabello quede grasoso más rápidamente.
¿La solución? Lavate el pelo máximo tres veces por semana, intercalando sólo un enjuague en agua caliente o con champú seco.
Optá por un cepillo de jabalí. Es el menos agresivo para el pelo y el que más se parece a la queratina. Para desenredarte, sin embargo, nada le gana al peine de dientes gruesos, que no rompe las fibras del cabello.
Si todavía no lo hiciste, invertí en un secador de pelo profesional con al menos 1500 watts y varias opciones de velocidad y temperatura.
Para contactarnos:
escobarlarevistadigital@gmail.com
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